jueves, 14 de enero de 2016

Mi brújula.

Eres quien me hace ver la playa cuando llego a un orgasmo. Que extraño; pero no menos de lo que lo somos tú y yo. El primer abrazo me permitió saber que quiero quedarme para siempre, para que ese no sea el último.
Eres como una buena costumbre.
Como esas cosas que se hacen por ganas y no por obligación. Las ganas de no crecer nunca; pero en una sola persona.
A los locos a veces también les sonrie la suerte. Pero a mi me sonreíste tú.
También eres esa brújula, que me indica donde está la playa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario