miércoles, 28 de enero de 2015

Octubre, pero Barcelona.

Que se apagan las luces y el telón se cierra y entonces, no hay nada más. Un abismo. Una pérdida de todo.
Que no estoy triste pero mi mente vuelve a lo mismo, una y otra...y otra vez, como pidiendo que lo escriba que saque de dentro todo aquello que nunca pude decir y empecé a dejar de recuerdo.
Un recuerdo que a veces es una tarde de finales de abril o una mañana de agosto cuando tocaba madrugar y solo pedia cinco minutos más.
Pero lo que realmente me apetece ahora mismo es hablaros de la chica a la que conocí hace no tanto, o puede que sí. Lo importante es que sus ojos me pedian a gritos que les escriba, o le escriba a su sonrisa. Que la haga inmortal.
Solo os puedo hablar de sus manos, que me han salvado de las peores pesadillas a las tantas de la madrugada; hacen que el telón no se cierre y las luces brillen.
Si os hablo de ella, os hablaré de Barcelona, de sus calles, casas, parques y plazas. Que nos recordarán.
Pido hacerte el amor en la playa en pleno octubre, que las olas te acaricien; envidiando mis manos.

jueves, 15 de enero de 2015

¿Recuerdas?

Me da por pensar que es bonito que te recuerden. Que después de no formar parte de lo mismo puedas decir “¿Recuerdas?” y que te conteste que te recuerda y que junto contigo, tus curvas, las coordenadas de tus lunares y la posición de tus pecas. Es bonito saber que aunque no puedas volver, serás una marca irreversible.
Que ya no coincidiremos en nuestro sitio ni tendremos nuestra canción guardada. Pero estoy segura de que al pasar, sigues viéndome.
Continuas viendo el reflejo de tu sonrisa, esa que ninguna más te sacará, en mis ojos.
Pero ahora ya está vacio.
Hiciste mi otoño más bonito. Que no solo caían las hojas, sino que también yo junto a ellas. Busqué una manera de aferrarme, sujetarme a algo, pero así solo despertaba entre sábanas arrugadas y ganas de…¿seguia teniendo ganas de algo?

El invierno se acerca. O eso decían.

Y si algún dia lees esto, te darás cuenta de lo mucho que te arrepientes y me dirás “¿Recuerdas?” .
Pero solo recordaré unas hojas más tristes que nunca y el invierno en pleno marzo.

viernes, 9 de enero de 2015

Hielo en las agujas del reloj.

Me da por pensar que nada cambia, todo sigue en sus órbitas con el tiempo congelado. Que seguimos aquí, en el mismo sitio sin querer movernos, puede que aferrandonos a la vida pasada, atrapando los relojes.
Conviértete en la inspiración de alguien y serás eterna. Las letras nunca mueren, pero ¿dónde quedan todos los "un poco más" junto con "tengo prisa a quedarme"? Dime que no mueren, porque sino las agujas del reloj volverán a ir en nuestra contra, poniendo en marcha las órbitas y llevando los caminos al olvido.
Olvidemos todos los "perder" porque llegue en el momento que llegue, te pillará de improvisto. Quizá haciendo el amor en la encimera, o quizá conquistando La Rambla. Quizá sea como un rayo.
El pesimismo no me lo quita nadie, pero tampoco las ganas de seguir aquí. Que la vida continue, pero tú y yo nos paremos. Que pare el tiempo con mis labios en tu cuello.