sábado, 12 de diciembre de 2015

El tiempo es placer.

Las despedidas están sobrevaloradas. Porque al fin y al cabo, la distancia nos hace valorar y quizá incluso entender todo aquello que deseamos y no seriamos capaces de dejar ir. Porque...al final, todo irá bien. Y el tiempo, solo es eso...una magnitud con la que medimos las separaciones. Es inestable, y mañana todo será totalmente diferente a como lo ves hoy.
Nunca me cansaré de decir que todo está en continuo cambio y cuando la distancia realmente vale la pena, te hace más fuerte.
Mañana, tú no serás la misma que gemia en mi cama ayer, quizá incluso tus orgasmos sean diferentes y tu manera de...tu única manera de pronunciar mi nombre, solo con los labios, como dando a entender que te pierdes entre el placer pero aún recuerdas que es por mi.
El tiempo es la magnitud que...el tiempo es la cantidad de chispas en la mirada, abrazos después del sexo, marcas. Midamos el tiempo en placer y no en horas.

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