Podría decir que cuando no estás, me salva la poesia. Pero luego...recuerdo que no hay mejor poesia que tus pestañas acariciando mis mejillas, que tus manos creando las mejores melodías.
Y que mi cuerpo sea tu instrumento más afinado.
A veces pienso que las goteras de los edifícios vecinos son demasiado irrirantes y el reloj intenta gritarme algo.
A ti o a mi.
Que el tiempo pasa.
Pero te contaré que el reloj solo es un instrumento que nos recuerda cuanto nos queda. Y a mi, solo me gusta pensar en el tiempo ganado en la cama, en cada rincón que luego huela a nosotras.
Poesia es comerme todas tus ganas y dejarte con más.
sábado, 2 de mayo de 2015
Comerte con versos.
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